Para algunas personas amar es sentir pasión, para otras amor y amistad tienen el mismo significado, pero muy pocas personas relacionan el amor y la compasión o a la entrega total y desinteresada.
Pero donde estará la razón si se cree que el verdadero amor es un hecho espiritual de entrega, sacrificio y pasión a conciencia.
Un amor completo sano y gratificante nos lleva a una vida tranquila más que a un típico sufrimiento o una rutina de amor, pues no siempre se debe estar de acuerdo en todo porque las discrepancias leves reafirman la individualidad o la personalidad, o como cuando se tiene un romance eterno, pues eso también empalaga.
No es fácil entender cómo uno se ha extraviado en las fases del amor, pues creemos que todos sabemos y tenemos, pero no nos damos cuenta que se ha dejado que uno de los pilares caiga por un sobrepeso que no debía existir o sencillamente hemos construidos ideales que provocan que nuestra relación vaya en decadencia y cuando ya nos damos cuenta de ello, puede ser tarde o una parte del amor se ha perdido.
El amor inteligente es el que se practica con la cabeza y el corazón, diciendo y actuando todo en su momento.