Donde estabas escondido que no lograba verte, donde te habías metido entre toda esa gente si sabías que te buscaba y moría por verte, abrazarte y decirte al oído que muero por tenerte.
Sentí un miedo sublime cuando te ví por vez primera y aunque encontré muchas virtudes jamás pensé en que eres un ser humano y que algún defecto podías tener.
Cuando logré conocer un poco más siempre me sorprendía algo en tí, porque nunca te encontré defectos y ahora me tropiezo con cada uno de ellos y no logro olvidar aquellas cosas que por tus momentos de rabia actuaste como una persona temperamental, y eso me asusta...
Me hiciste pensar en las decisiones precipitadas que estaba tomando y darme un tiempo para seguir en lo que estaba buscando y aunque todo lo que dijiste lastimó y se fue, te agradezco que hayas sido y por todo lo que fue.
Enfrentarme fué el reto más grande que he tenido, y no fué difícil superarlo por la ira que he vivido y lograr descubrir aquel lado oscuro para cambiarlo por un mejor mundo.
Aunque no fueron solo momentos dulces, sembró algo en mi que me hace enorgullecer y sentirme viva, me hizo cambiar y olvidar todas las heridas.