He descubierto tantas cosas buenas en ti que cada vez que te recuerdo suspiro de la emoción de ser parte de tu vida.
Gracias por existir...
Por enseñarme una y mil cosas y a descubrir los pequeños detalles de la vida que son de suma importancia para poder progresar y descubrir un gran mañana.
Recuerdo cuando empezé a crecer y a pronunciar después de ti cada una de tus palabras, o cuando enfurecías tu mirada para corregir algo que estaba mal.
Has sido mi mejor y mayor compañía y mi más grande maestra en la vida y te agradezco infinitamente por ello, porque por ti y por todas y cada una de tus palabras son la persona que hoy represento con orgullo.
Admiro tu fuerza y valentía para enfrentar las cosas pues aunque muchas veces te dijeron que no podías no te diste por vencida y lo intentaste hasta que lo lograste, porque eres una gran luchadora.
Tienes un gran corazón, pues aparte del amor que brindas a los tuyos, siempre estás dispuesta a extender tu mano a quien lo necesita y eso enorgullece mi vida.
Eres mi ángel y mayor inspiración.